En estos días, otra vez soleados y calurosos, ¿donde se puede estar mejor?, que dibujando en una plaza..
Con el dibujo al natural, se reencuentra el placer de dibujar y si sabemos ir más allá de un resultado estético o técnico, "que siempre a los que estamos aprendiendo, nos come el coco".
Capturemos para nosotros el instante, solo ese momento placentero, sencillo y mágico, que es dibujar.
Soberbio dibujo, Pepe. Pese a la ausencia de trasiego humano, pese al banco vació, en esta ocasión, lo que siento es serenidad, sosiego: como si una gran paz fuera esparcidad desde el balanceo de las ramas del árbol y lo invadiera todo.
ResponderEliminarY magíficas palabras. Sí, definitivamente, como dices, "Capturemos para nosotros el instante, solo ese momento placentero, sencillo y mágico, que es dibujar"...
NO se podría expresar mejor, Pepe.
Muy bueno, Pepe. Me encanta el follaje, que parece que está en movimiento.
ResponderEliminarUn saludo.
Se me hace un dibujo muy atrayente. El banco vacío está esperando que alguien se siente, pero no cualquiera, por ejemplo algún romántico de la Naturaleza, o un romántico sin más.
ResponderEliminarEl árbol, en movmiento,también espera sujetando sus hojas a cada ráfaga de viento; hasta que -ese alguien- se siente en el banco, y entonces descargará su lluvia de hojas, sacudirá sus ramas con la seguridad de que esa caída no habrá -caído- en el vacío.
Saludos.
El dibujo está genial. A mí también me está gustando eso de los dibujos con muy pocos toques de color.
ResponderEliminarSaludos
JOker