Calles desiertas, piedras que ocultan mil historias... silencio, vegetación que se derrama por los muros y una luz que, sinuosa, penetra hacia la mirada del espectador: sosiego, misterio, paz...Son solo algunas de las sensaciones que me llegan desde este Peracalç, Pepe.
Gracias Margarita por tus comentarios, la verdad es que esta acuarela, mientras la pintaba, me sugería muchas cosas. Es un amanecer sobre ruinas, ruinas por la ausencia de quienes construyeron algo grande " su mundo" su casa. Pero siempre amanece,la vida no sabe de muertes,ella no reconstruye, solo crea. Por eso nunca se recupera lo perdido. Pasa otro día y amanece sobre mi pueblo en ruinas.
Fantástico juego de luces y sombras, Pepe. Me encantan estos rincones, con antiguas casas de muros de piedra.
ResponderEliminarUn saludo.
Me gusta mucho todas, tus miradas del pueblo tienen mucho de cariño hacia ese paisaje. Un abrazo,
ResponderEliminarBienvenida Tina,es un placer volver a leer tus palabras
ResponderEliminarCalles desiertas, piedras que ocultan mil historias... silencio, vegetación que se derrama por los muros y una luz que, sinuosa, penetra hacia la mirada del espectador: sosiego, misterio, paz...Son solo algunas de las sensaciones que me llegan desde este Peracalç, Pepe.
ResponderEliminarGracias Margarita por tus comentarios, la verdad es que esta acuarela, mientras la pintaba, me sugería muchas cosas.
ResponderEliminarEs un amanecer sobre ruinas, ruinas por la ausencia de quienes construyeron algo grande " su mundo" su casa.
Pero siempre amanece,la vida no sabe de muertes,ella no reconstruye, solo crea.
Por eso nunca se recupera lo perdido.
Pasa otro día y amanece sobre mi pueblo en ruinas.