Los apuntes rápidos aparte de divertirme me valen para soltar el trazo.
De tanto fijarme en la gente, me he dado cuenta ,que somos puro movimiento.
Cuando nos desplazamos, corremos ajetreados, frenéticos como las hormigas, cada uno hacia su tarea importante. Corre...Corre... que llegamos tarde.
Al pararnos para descansar, nos sentamos pero aun así nos movemos más que pestañeamos.
Quizás por eso, cuando vemos a alguien hacer la estatua, en una postura realmente inmóvil, le damos unas monedas para que descanse, moviendose.
Muy bueno, si señor, no paramos quiet@s , y aunque estemos descansando estamos en movimiento perpetuo, nuestro cuerpo no para en su interior, por eso por la mañana cuando me levanto muchas veces me siento agotada, jejejeje.
ResponderEliminarCuánta razón tienes. El lunes esperaba a unas amigas para tomar un café. Desde el ventanal una joven sentada -pero inquieta- en un banco...parecía reposar en el banco de la plaza...y digo bien: Parecía.El apunte me quedó sin un brazo... porque cuando parecía que iba a sosegarlo, salió pitando...¡Qué vitalidad, chico!
ResponderEliminar